¿Cómo viajar con nuestro perro?

El calendario nos ofrece varias posibilidades de escapadas por los días festivos del lunes día 9 d’Octubre y el jueves 12 de octubre. Una semana donde los puentes y los festivos invitan a salir de la rutina y los desplazamientos, pero, ¿Qué hacemos con nuestras mascotas? Las posibilidades se extienden desde las residencias a cuidadores personales, pero una buena opción es también viajar con nuestro peludo, ya que cada vez más, son más los alojamientos donde las mascotas son admitidas. 

«Hasta hace unos veinte o treinta años ha sido complicado encontrar lugares de ocio, esparcimiento, o bien de vacaciones, en los cuales la presencia de estos animales no esté permitida. Pero la buena noticia es que en la actualidad estas situaciones están cambiando rápidamente, y son numerosos los lugares a los que podremos ir con nuestros perros», explica el educador canino, Nacho Roca, quien explica que «lo primero que os voy a indicar es que la clave para poder llevarnos a nuestro amigo peludo de viaje es un fantástico objeto, que seguro que ya conocéis: el transportín».

«Esa es la razón por la cual el animal puede acompañarnos tanto si vamos en un coche, un avión, o bien en el tren. Pero a niveles más generales, y haciendo referencia a los viajes en coche, debemos cumplir todas las normas de seguridad de la forma más estricta posible. Es decir, que el perro no debe ir, en ningún caso, suelto en el vehículo. Para ello, pues, disponemos de varios métodos: uno sería llevar al perro con el arnés atado al cinturón de seguridad (siempre en los asientos traseros); otro sería introducir al animal en en transportín y atar este último a través del cinturón (también en los asientos traseros); o bien dejar al animal en el maletero, pero con una rejilla de separación», comenta el educador canino, Nacho Roca.

En lo referente a los viajes en avión, el transportín puede ser un gran aliado. Pero la primera pregunta que nos hacemos es cómo conseguir que nuestra mascota coja el hábito de viajar en el interior del mismo durante tanto tiempo. «Como educador canino, voy a daros una serie de consejos para que podáis conseguir que el animal se acostumbre a ello. Así pues, unos días antes del viaje introduciremos en el transportín alguno de sus juguetes, su camita y un par de golosinas. Este primer paso nos será útil para que el perro se decida a entrar en el transportín por cuenta propia. Lógicamente, dejar golosinas dentro es una estrategia sumamente óptima. De hecho, esto facilitará su entrada, especialmente si repetimos el mismo procedimiento durante varios días. Así mismo, el objetivo de todas estas acciones es que el animal se sienta en el transportín como si este fuera su habitación, se encuentre en el ámbito que se encuentre (casa, hotel, coche…). Posteriormente, cuando el animal se haya acostumbrado a entrar al transportín con absoluta normalidad, lo cerraremos unos minutos con un juguete, con el fin de que esté tranquilo. También podemos ensayar futuras situaciones de viaje haciendo pequeños recorridos en el coche con nuestra mascota dentro del transportín, de modo que cuando lleguen las vacaciones no haya impedimento alguno para poder disfrutar de unas buenas vacaciones perrunas. Además, podemos ponerle al animal un empapador en la parte inferior del transportín por si surge algún inconveniente con sus necesidades naturales», explica Nacho Roca.