La primavera: Las espigas y los perros

 

Cuando llega la primavera, las temperaturas suben, las zonas verdes abundan y la naturaleza está en todo su esplendor. Estamos deseando disfrutar del sol y del aire libre y nos lanzamos a pasar tiempo al aire libre con nuestros perros, al campo, bosque, a los parques, a cualquier descampado..

Esta época  también tiene sus peligros y debemos estar atentos a ellos. Uno de los mayores que podemos encontrar en las zonas verdes son las espigas de las hierbas.

Las espigas son las semillas de los cereales envueltas en una vaina dura y alargada, terminada en una punta aguda rodeada de pelillos que crecen en una sola dirección, de forma que una vez que la espiga está sobre cualquier superficie sólo puede desplazarse hacia delante, facilitando que se hinque en ella (como un arpón).Las hay de muchos tamaños, algunas tan pequeñas que son más fáciles de detectar mediante al tacto a simple vista.

El momento más peligroso para nuestros perros comienza cuando las hierbas y malezas empiezan a amarillear, que es cuando las espigas están listas para soltarse por el viento o el roce. Y la mejor estrategia para lidiar con ellas es la prevención, por eso lo más conveniente es huir de zonas con hierbas crecidas siempre que podamos.

Es imposible evitarlas al 100 % y menos en algunas zonas geográficas, así que vamos a ver cómo prevenir que ocasionen problemas graves a nuestro perro, qué síntomas nos delatan una posible espiga en alguna zona de su cuerpo y lo que debemos hacer si ya se ha visto afectado.

¿Dónde podemos encontrar las espigas en nuestro animal?

-Espacios interdigitales: Tienen predilección por introducirse entre los dedos de las patas de nuestros perros o hincarse en las almohadillas. Síntomas: cojeras, lamido insistente, intenta no apoyar la parte afectada.

-Ojos: se suelen ocultar detrás del párpado produciendo grandes reacciones, dolor e inflamación. Síntomas: El blefarospasmo o dificultad para abrir el ojo hará aún más complicada su localización. La espiga puede lesionar con facilidad la córnea produciendo úlceras. Habrá que actuar con rapidez para que el perro no pierda el ojo, llevándole de inmediato al veterinario.

-Nariz: Los síntomas son agudos y llamativos. Síntomas: El perro estornudará fuertemente de forma brusca y continua, a veces incluso sangrado nasal. También puede arrugar el hocico y frotárselo con las patas o contra alguna superficie. Si la espiga no sale con una de sus maniobras es obligado acudir al veterinario.

- Oidos: El sitio predilecto para las espigas. Sobre todo en perros de orejas largas y caídas. Provocan mucho dolor y malestar.: El animal sacudirá fuertemente la cabeza y puede ladearla permanentemente bajando la oreja afectada. Puede perforar el tímpano e incluso atravesarlo produciendo daños graves así que hay que actuar con rapidez acudiendo al veterinario. Nunca intentaremos quitarlo nosotros con ninguna pinza. El proceso generalmente requiere anestesia.

-Axilas, pliegues de la piel, vulva en las hembras, prepucio en los machos..

 

 

¿Cómo prevenir que las espigas ocasionen daños a nuestro perro?

Debemos tener en cuenta la anatomía de nuestro perro. Mientras que para nosotros una espiga es como mucho un molesto pinchazo en el calcetín o el pantalón que nos podemos quitar fácilmente, el perro, sea del tamaño que sea, camina con todo su cuerpo a nivel de las hierbas, lo que significa que puede verse afectado cualquier parte del mismo.

Para complicar más el problema, la espiga está cubierta de pelo lo cual facilita que se quede enganchada al pasar y rozarse con ella. Una vez en el manto del animal esta espiga va a ir avanzando hacia delante hasta toparse con algún obstáculo. Entonces la punta empieza a rozar la piel  hasta que hace herida y se introduce hacia dentro a través de la piel.

-Si encontramos la espiga en este punto, en una zona expuesta que podamos ver y clavada sólo por la punta, podemos extraerla nosotros mismos retirando el pelo, desinfectaremos y extraeremos cuidadosamente con unas pinzas para no romperla. Desinfectaremos y  ya. Si hay inflamación habrá que acudir al veterinario para hacerlo de la manera adecuada y pautando el tratamiento indicado.

-Si la espiga se ha metido en el cuerpo nunca intentaremos sacarla ya que eso agravará el problema. Acudiremos inmediatamente al veterinario.

-Si la zona no es muy visible, la espiga podría llegar a introducirse totalmente en la piel sin que nos diésemos cuenta y desplazarse largas distancias dentro de ella: en ese caso se formará lo que llamamos un “granuloma por cuerpo extraño”. Aquí también debemos intervenir los veterinarios para sacarla porque será necesario hacer un pequeño corte con anestesia para abrir el granuloma, extraer la espiga, desinfectar y cerrar si procede.

-Siempre que volvamos de un paseo revisar las patas, dedos y almohadillas.

-Recortar el pelo lo más posible en las zonas de más riesgo, alrededor de las orejas ( no dentro!!), pliegues nasales y oculares.

-Llevar a los perros de pelo largo a deslanar, recortar o vaciar el pelo en función del tipo de manto.

espigas perros mimomimascota

 

 

 



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